Depósitos
Los depósitos de aire comprimido son adecuados para todas las aplicaciones que usan aire comprimido y se utilizan por muchas razones. Pueden almacenar grandes cantidades de aire para satisfacer necesidades instantáneas, pero también pueden compensar las variaciones de presión y garantizar un flujo de aire estable.
Los depósitos de aire de PUSKA también están diseñados para reducir el riesgo de formación de condensados. Las cantidades pequeñas de agua dañina y residuos de aceite (condensado) se pueden separar y recoger.
Hay 3 tipos de depósitos disponibles: pintados, galvanizados y vitroflex. El tipo debe elegirse en función de la aplicación. Un depósito galvanizado está protegido contra corrosión, mientras que el vitroflex, con su interior revestido de esmalte vítrea, es más resistente contra agua y vapor. Además, el depósito más recomendado es el pintado, a no ser que se utilice en condiciones climáticas extremas. Fabricados según las directivas europeas 2009/105/CE y 97/23/CE.
¿Cómo seleccionar el tamaño de mi depósito?
No hay una regla general, ya que algunas aplicaciones requieren depósitos de aire más grandes debido al uso requerido. Sin embargo, hay dos reglas generales que le pueden ayudar con su elección.
- La capacidad del depósito de aire debe ser de al menos 1/4 del aire libre suministrado expresado en m³/min
- La capacidad se calcula sobre la base de la potencia del motor del compresor:
- Potencia del motor en CV x 30
- Por ejemplo, si instala un compresor de tornillo de 10 CV, la capacidad del depósito deberá ser de al menos 300 litros.
Elegir el tamaño correcto para el depósito de aire conlleva las siguientes ventajas para las operaciones de su compresor.
- Menos residuos durante el periodo de descarga
- Operaciones de funcionamiento más suaves
- Se evita la tensión mecánica en varios componentes
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